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Modelo trifásico de Skinner y McLellan

modelo trifásico
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El modelo trifásico de las zonas de entrenamiento es posiblemente la manera más simple de entender lo que son las zonas de entrenamiento. Sin embargo, este modelo sienta las bases para entender de donde surgen tantas zonas a la hora de dividir las zonas de entrenamiento.

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¿En qué consiste el modelo trifásico de Skinner?

Se basa en la división de nuestras zonas de entrenamiento en lo que se conoce como «Fases». Concretamente 3 fases, y de ahí su nombre. Estas zonas vienen determinadas por dos hitos fisiológicos de gran importancia: Los famosos umbrales.

Respecto a los umbrales, nos limitaremos a mencionarlos en este artículo (ya que da para uno propio). Se tratan del umbral aeróbico y el umbral conocido como anaeróbico. Éste segundo también es conocido como umbral de lactato ya que anaeróbico no es una determinación del todo exacta (aunque la más conocida). También son conocidos como VT1 y VT2 si tenemos cuenta los datos respiratorios.

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¿Qué zonas existen en el modelo trifásico?

Como decíamos, existen tres zonas o fases.

Fase I

Es la conocida como Fase aeróbica. Va desde el punto de reposo hasta el primer umbral (LT1/VT1). Nuestro cuerpo consigue la energía por vías principalmente aeróbicas, a base de oxidar grasas (y algo de hidratos). Es una manera de hacerse altamente eficiente a la hora de utilizar las grasas para conseguir energía. Es una zona a trabajar sobre todo si nos queremos enfocar a la larga distancia, y a base de entrenamiento se consigue «desplazar» el primer umbral logrando ritmos más altos de manera más eficiente.

Fase II

También conocida como fase mixta o entre umbrales. Esta fase se caracteriza por oxidar principalmente hidratos de carbono, dando como resultado la generación del famoso lactato. En este caso, la disposición de glucógeno será clave para el rendimiento. Utilizar hidratos de carbono (principalmente del glucógeno muscular y hepático) significa que nuestro rendimiento está limitado en mayor o menor medida.

Fase III

Conocida también como zona de inestabilidad metabólica. En esta fase, el lactato generado se dispara, y los musculos se acidifican a causa de los radicales libres resultantes de los intercambios químicos para la obtención de energía (principalmente hidrógeno). En esta zona, el tiempo está muy limitado a cada deportista y será el propio agotamiento el que nos limitará cuánto tiempo seremos capaces de aguantar en esta zona bien sea bajando de ritmo (y volviendo a Fase I o II) o parando por extenuación.