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Bizkaia Kopa Trail – Etapa 2: Lemoiz

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Suena la alarma, abro los ojos. «Coño! Que a toda hostia va la alarma hoy ¿no? ¿O soy yo que voy lento?. Coño! Si este no es el tono de alarma, es el tono de llamada. ¿Quien llama antes de las 7am? ¿Habrá pasado algo de noche? Me levanto, me asomo al movil: <<Oier, llamando>>. ¿Oier? Si habíamos quedado a las 8 en Leioa, ¿Qué hora es? Coño! Si son las 8 y 12!!! La salida de la carrera es a las 9 y 20!!

3 Coños y 6 preguntas y aún no he empezado el día. Hoy parece ser uno de esos días en los que sencillamente, no es el día. Ya venía renqueando después de la semana de trabajo intenso, y no me veía ni cerca de estar al 100%, pero cuando te inscribes, tienes un compromiso, y hay que ir y darlo todo, aunque no sea tu 100%.

Milagrosamente llego a Armintza con ojeras en los ojos, la ropa puesta como se ha podido y el tiempo justo para ponerme el dorsal y calentar 5 minutos…térmica si, térmica no…al final si, siempre hay tiempo para quitar.
Salimos, cuesta, y me cuesta. Hoy se ve que se va a hacer largo…no llevamos ni 7 de 22km y me noto fuerísima de lugar…bajo lento, llaneo cauteloso y subo reventado. No hay ritmos, no hay fuerza mental…Oier me tiene que andar tirando de la cuerda. Primer avituallamiento y me tengo que quitar la térmica. Parece que ahora más frescos vamos mejor.

Bajada kilométrica, algo me roza el interior del pie, parece que se me ha metido algo. Llaneo por asfalto de 1km, no me gusta, esto no es trail, y sigo sin ir cómodo, además la pisada tan uniforme durante tanto rato no me deja pisar de forma que libre la piedra.
Siguiente avituallamiento, paro, desato la zapatilla y hurgo en busca de la piedra, Oier me tiene que volver a esperar bajando su ritmo.Además se nos unen 4 personas y se nos escapa el grupo que veníamos alcanzando…No encuentro la piedra. ¿No es una piedra? ¿Una costura? ¿La plantilla? Siguen las preguntas…

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No hace falta más que ver la cara…

Arrancamos de nuevo, aprieto hasta llegar a Armintza de nuevo. Sé que viene un muro donde podré «descansar» al menos muscularmente, subiremos andando, pero voy a romper el grupo, aligero más. Apenas noto que la molestia del pie se está repitiendo exactamente igual en el pie izquierdo también. Son las plantillas.

Subimos el muro, al menos nos hemos desmarcado y empezamos a coger a gente por delante, paradójicamente me empiezo a encontrar cómodo. Me voy testando, respondo, me veo tiempos, sumas, restas, divisiones, objetivo fijado, menos de 2:15, no va a ser un tiempazo, pero tienes que apretar.
La cosa se va acelerando, creamos un nuevo grupo, vamos cómodos, y se puede hacer una escapada, de pronto, Oier ya no está detrás mío, en un abrir y cerrar de ojos, ya no está.

Ultimos metros dándo más que en Arrieta

Ya no quedan más que un par de Km…el grupo se va acelerando…¿Tiro? ¿Espero? En una recta larga veo que ni siquiera viene detrás en la lejanía. Nos veremos en meta.
El grupo acelerado, y yo puedo dar más, tiro, me escapo, y adelanto a 4 corredores más antes de la ultima rampa que tenía ojeada ya. Quedarán unos 600m, es momento de darlo todo. Y tan todo, acabo pasando a otros 4 corredores, otros 4 puntos para la general.

Entro en meta, 2 horas 12 minutos, objetivo cumplido. Posición 78, peor que en Arrieta…ritmo medio 5:51 frente a los 4:46 de Arrieta…desnivel positivo 925 frente a los 645 de Arrieta…quizá si era el día…
Finalmente, tras 20 minutos en meta y ver que tengo dos ampollas simetricas en los pies, aparece Oier en meta, sin saber como (ni el ni yo) se desvió en alguna curva y volvió a comerse parte del recorrido…

Al día siguiente, descubro que en la clasificacion general voy el 30. Habrá que seguir sumando, ya sea con buenos o malos días, porque los días buenos malos no se tienen, se hacen.

 

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