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Bilbao Triathlon 2015

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Por fín abrimos temporada de triatlón este 2015! Y es que no sólo no ha habido duatlones por la lesión de hombro, si no que el primero del año va a ser en mi escenario favorito: Bilbao.
Muchas ganas y muchos motivos para competir, aun siendo inscripción de última hora, lo tenía entre ceja y ceja desde el año pasado. Cerrar el capítulo del hombro, el buen recuerdo del año pasado, querer despejar la mente y evadirme, y la baja a última hora de mi hermano…por otro lado esa incertidumbre sobre que tal aguantará el hombro en el agua y acoplado, la falta de entreno…había que apostar, y salió darlo todo.

Ya en el agua y en el último minuto, discutiendo sobre si las boyas que se ven son o no las del giro…zas! dan la salida, sin las gafas puestas si quiera, en bragas. Pero ha sonado la sirena, los miedos, las prisas, el sueño, la pereza, las jamadas de cabeza, se quedan en la salida.

Primeros metros en el agua muy movidos, bastante traqueteo de brazos y piernas…no se si es un mal sitio o la situación es generalizada, pero me preocupa el hombro…y con razón porque cuando menos lo espero, mientras tengo el brazo estirado al frente, una patada en la mano me hace forzar un poco el rango de movimiento hacia atrás y noto una molestia, intento no darle importancia y que no va a tener repercusión y sigo, hasa la primera boya, donde los metros de menos se hacen notar, el grupo aún no está del todo estirado y hay un festival de empujones y codazos…pero era de esperar.
La vuelta por suerte es más tranquila, hayo mi hueco y encuentro mi ritmo, nadando sólo, cómodo hasta el final de la natación, que acaba tras 33 minutos del bocinazo de salida. Contento con el tiempo, obviamente son menos metros que el año pasado (y sus 40 minutos), pero si se han acercado a los 1900 de Vitoria, he hecho exactamente el mismo ritmo que hace 11 meses. El hombro funciona.

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Saliendo del agua en 33 minutos, mejor de lo esperado y sin incidencias con el hombro

T1 sin incidencias, salimos con la bici, fuerte, con ganas. Fuerte, esa es la palabra. No me noto incómodo, pero obviamente voy pasado, medias que se que no son normales, calor…todo se junta, y se que lo voy a pagar en algún momento…primera vuelta con media de más de 31Km/h y he empezado a coger la bici hace dos meses. Sencillamente no es normal, voy pasado.
La segunda vuelta intento contenerme, porque se que van a venir noticias musculares negativas…y empiezan a llegar los calambres, intento contenerme más aún pero en un ya asentado efecto dorsal, cuesta, y sale una media en los 90 y pico Km de 29,1Km/h… Más calambres, y los últimos kilómetros de bici son un deseo de bajar de la bici y rezar para que las piernas se acostumbren a lo que he hecho este año: correr.

Bajando por Artxanda en la segunda vuelta, ya empezando a sufrir las consecuencias de apretar en la bici…

T2, la hecatombe. Nunca jamás me ha pasado nada igual, ni siquiera lo he visto, más que en algunos videos de Youtube y pensaba que era dramatización. Según pongo un pie en el suelo al bajar de la bici, mis piernas sencillamente no responden. Están bloqueadas y casi me caigo encima de la bici, finalmente aterrizo contra la vaya y me agarra una señora, sigo sin poder mover los músculos de las piernas pero al menos mantengo el equilibrio. Me apoyo en la bicicleta, y ando con las piernas completamente rígidas, veo que he reventado el empeine de los calcetines y sangro de la parte superior del dedo gordo del pie por arrastrar los pies…Es una sensación de impotencia increíble. Andando, por un pasillo lleno de gente que sabes que te está mirando mientras miras al suelo intentando no llorar, no de dolor, sino de impotencia, y así toda la compensación de la transición, mientras te pasan triatletas. Finalmente paro, miro al suelo, y me digo: «O arrancas, o te vas para casa.» Quitters Never Win. Echo todo el aire de los pulmones, cojo aire nuevo, y empiezo a andar, cada vez más rápido, hasta que troto, vuelvo todo el pasillo trotando hasta mi sitio, donde me cambio y dejo la bici. No se cómo, pero puedo correr de nuevo, esperan 21 largos Km corriendo. Vamos a acabar el Bilbao Triathlon otra vez.

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La media maratón me la tomo con calma, no me queda otra, el primer Km me sale a 4:06, se me ha vuelto a ir la pinza, bajo en cuanto se me pasa la euforia a 4:30-4:45 el Km y aun así tengo que parar a estirar un par de veces, definitivamente decido bajar a 5min el Km…ritmo horrible sobre todo para la cabeza, pero al menos me permite correr sin parar. A estas alturas ya no pienso en ritmos, (tampoco es que en la bici lo pensara mucho..sino habría sido diferente…) me dedico a saludar y animar al resto, no se si van mejor o peor que yo, pero seguro que no está de más…

Tener a toda la familia animando en momentos tan chungos…un auténtico lujo!

Finalmente cruzo meta en 5h36min…obviamente peor que el año pasado, pero «solo» 8 minutos, que teniendo en cuenta el parón de 3 meses me doy con un canto en los dientes…por otro lado, si no hubiera apretado tanto en bici podría haber hecho una media maratón como dios manda y muy posiblemente habría mejorado el tiempo…pero habrá que dejarlo para 2016!

Una vez más Bilbao ha sido…inexplicable.

 

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