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Maratón de Valencia [Crónica]

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Y otra temporada más que llega a su fin, y que mejor manera que con una maratón, la prueba reina del atletismo. Prueba que cada día me gusta más, por el respeto que impone, por lo indómita que es, lo inesperado, las emociones, el encuentro con uno mismo, por ponerte en tu sitio, por ser la maratón, y punto.
En este caso tocaba ir hasta Valencia para aforntar la distancia (y afrontar tambien los 1300km de viaje de ida y vuelta…), como carrera, la maratón de Valencia es increíble, un público volcadísimo, una organización impecable, y un recorrido para poder darle caña.

Salida con muchísima gente pero nada saturada. Así da gusto

La salida, pese a tener 19.000 inscritos no me pareció escandalosamente aparatosa. Con sus más y sus menos, sus cruzaditas y algun hecho aislado, bastante fluida. Fallo nuestro salir un pelín atrás en el cajón (de 3:00 a 3:15), ya que salimos detrás de la liebre de 3:15 sin darnos cuenta, pero para el kilómetro 7 aproximadamente ya la estábamos pasando y con ella el tumulto de gente que la rodea.
Pocos kilómetros después, empieza el primer imprevisto, lo mismo que Donosti el añó pasado y es que la vejiga empieza a hacerse notar. La hidratación es algo que hay que entrenar, y aún no le tengo pillado el punto. Los últimos días como he ido con la garganta tocada he pecado de beber demasiado, y ahora toca pagarlo. Voy con Mikel, lo cual me sirve como referencia perfecta para poder llevar a cabo el vaciado. Le aviso, me adelanto bajando el ritmo de 4:30 a 4:10-4:15 un kilometro y pico y paro en un solar, me pega un grito Mikel al pasar y segun acabo la tarea arranco de nuevo a ritmo ligero hasta alcanzarle.

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Poco después, antes de llegar a la media maratón, empiezo a notar molestias ya conocidas pero casi olvidadas en la cadera, quizá por parar y apretar esos kilómetros. En la media maratón el Garmin nos engaña pero la pulsera de ritmos que nos hicimos revelan que vamos 15 segundos por abajo de lo previsto. A partir de ahora el Garmin deja de ser una referencia, y comienza un periodo bastante dificil. Vamos a pasar muy cerca de la línea de meta, y tengo que hacer casi media carrera más con molestias en la cadera. Para más Inri, empiezo a notar ganas de mear otra vez, no me lo puedo creer.

Durante varios minutos, me visualizo retirandome en el Km23 cuando pasabamos por la ciudad de las artes y las ciencias, me veo esperando a Aritz hora y pico para coger las llaves del piso, arrepintiendome en una carpa y me convezco de que está claro que no es lo que quiero. Toca apretar dientes, es molestia, no dolor, y en la maratón se notan molestias hasta en las pestañas si se buscan. Seguimos, me adelanto de nuevo y paro en una esquina a mear de nuevo. El siguiente Km a 4:13, y cojo a Mikel de nuevo justo antes de empezar la zona mala de la maratón, más desangelada y con desnivel positivo.

Primer Km clavando el tiempo estimado con tanta gente, muestra de buena organización. Y las dos paradas técnicas.

Los siguientes 8 Km aprox, nos vamos apoyando mutuamente Mikel y yo para intentar no bajar mucho el ritmo y afrontar la carga muscular, vamos tocados, pero disfrutando como enanos, ninguno lo dice, pero se nos nota en la cara. Nos metemos un chute de Réflex, yo en la cadera y el en los abductores, nunca había usado Refléx, pero en ese momento, el hecho de que en carrera vayan bicicletas con botes de reflex y vaselina para repartir a los corredores me parece el mejor invento del mundo.
Km 37, y a un kilómetro del punto donde quería apretar, cuando me estoy viniendo arriba mientras suena «Take me back de Story of the year» el mp3 se queda sin batería (y eso que lo llevaba bien de batería…para una vez que lo uso al año, y me deja tirado. Desde ese momento toca poner la cabeza todavía más a prueba, pero ya estamos casi en meta, como le digo a Mikel poco más adelante «Ya sólo quedan 15 minutos, y está hecho» «Sólo queda firmar! Vamos!!», último gel con cafeína y empezamos a aligerar.

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Km 40, llegamos a la cuenca del río Turia y enfilamos la última recta, un gentío increíble, y ahora me alegro de no llevar música. Me coloco el dorsal alante, la gente anima por el nombre, y ya abro gas. Empiezo a apretar, empezando a correr a 4:00min/Km aprox hasta afrontar la bajada al recinto de la ciudad de las artes y las ciencias, cruzo el Hemisferic corriendo por debajo de 4:00, con el corazón a tope y la cabeza más a tope aun, veo un arco de finish, pero sé por fotos que eso no puede ser la meta, ultimos dos giros de 90 grados y ya no se a cuanto corro, es fácil que a 3:30, viendo el arco con reloj, viendo a la gente en las gradas, aplaudiendo al público, y con una sonrisa cómplice inevitable, cruzo el arco. Gold Finisher de la maratón de Valencia. Una maratón de Oro ganada a pulso.

Disfrutando los últimos Km como un niño pequeño.

Entra Mikel, unos 50 segundos detrás, se ve que en el último kilómetro he dado todo lo que tenía, y nos vamos a grabar las medallas con una sonrisa en nuestras caras que se consolida con un abrazo en meta. Grande Mikel! Mejor Marca Personal de los dos. Llego al puesto de las medallas, veo como el láser graba el tiempo y leo: 3:09:58, me sale una sonrisa tonta, el chico de la máquina me pregunta que si mejor o peor de lo esperado, y le enseño la pulsera de ritmos que tenía en la muñeca, donde se lee: 3:09:58. Al segundo.

 

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