Cómo nadar recto en aguas abiertas es uno de los principales retos de nadadores y triatletas. No es nada nuevo que casi siempre que hacemos una prueba o entrenamiento en aguas abiertas, vemos luego en el track que no somos capaces de nadar recto.
¿A qué se puede deber? ¿Cómo puedo nadar recto cuando salgo al mar, río o pantanos? En el artículo de hoy, vamos a intentar responder a esa y otras preguntas…sigue leyendo!
Nadar recto empieza con la técnica
Efectivamente, no sólo va a servirnos tomar bien referencias en aguas abiertas. Una buena técnica nadando es el antecedente de nadar recto en exterior. Si somos capaces de nadar recto en piscina, en el mar podremos hacerlo sin tener que corregir el rumbo o mirar referencias cada 3 brazadas.
Para ello, lo mejor es trabajar de manera unilateral siempre que sea posible. Esto es, trabajar la respiración en natación para que sea bilateral siempre podamos. Hacer muchos metros de pies laterales en piscina o trabajar puntos muertos primero con un brazo y luego con otro.
Si somos capaces de hacer un largo de la piscina a ciegas y no chocarnos con la corchera es que estamos más que preparados para las aguas abiertas! Eso sí, no hace falta llegar a esos niveles. La idea es reducir el número de veces que necesitamos coger referencias fuera, no eliminar las referencias.
Elegir bien las referencias en aguas abiertas
El segundo punto muy importante es tomar bien las referencias. Ésta tarea que podría parecer bien sencilla, a veces se pierde un poco. Uno de los errores más comunes a la hora de elegir referencias, es tomarlas dentro del agua. Me explico:
Si tenemos una boya a 500m y tenemos oleaje o un grupo grande en la salida justo delante, es posible que cuando nos pongamos a nadar no veamos ni la boya. Sobre todo si las boyas no son especialmente grandes…
Sin embargo, la mayoría de veces, detrás de la boya, hay alguna referencia en tierra firme que podamos ver incluso con un oleaje fuerte. Un campanario, un punto geodésico, un edificio…cualquier cosa fuera del agua es más fiable y fácil de ver que una boya, que además puede moverse…
Nadar recto no sólo depende de nosotros
Es posible que si nadas sólo en el mar o ríos, puedas basarte sólo en las referencias. No obstante, cuando nadamos en competiciones o grupos grandes la cosa se desmadra un poco.
Tenemos que tener cierta confianza en nosotros mismos y seguir a la manada sólo si merece la pena seguirla. Muchas veces confiamos en el grupo y es peor el remedio que la enfermedad…No exagero, ha habido pruebas que compañeros han nadado 200m más por dar un rodeo (en distancia olímpica!) por seguir al grupo…ojo con seguir al grupo nadando!!
Otro dato importante es el material. No hablo de comprarnos un neopreno de 900€ pero las gafas necesitan estar en buen estado. Hace una semana he renovado mis zoggs predator porque estaban ya ralladas y se empañaban con excesiva facilidad…eso sí, más de 5 años conmigo…así que ya sabes! Cuida el material!
Por último, están las corrientes, que pueden desviar nuestro rumbo sin darnos cuenta como comentamos en este artículo de cómo nadar en ríos. Para esto no queda otra que la propia experiencia para saber si estamos dentro de una corriente o estamos avanzando de lado…como todo…cuanto más nademos en aguas abiertas, mejor se nos dará.
¿Y tú? ¿Qué tal nadas en aguas abiertas? ¿Necesitas ayuda con el tema? Si necesitas entrenador no dudes en contactar conmigo para mejorarlo! y si quieres compartir tus experiencias, únete a nuestro grupo de telegram!