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Empezar a nadar de cero

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¿Estás empezando a nadar de cero? ¿Empiezas a nadar y al de 4 largos ya no puedes más? Pues tal y como hicimos con el artículo de correr desde cero, comentamos unos cuantos consejos para los que decidan iniciarse a la natación!

Técnica, técnica, técnica

La mejor inversión de tiempo que puedes hacer si empiezas totalmente de cero en natación es sin duda la técnica. Para la gente que ha nadado anteriormente, es muy fácil tener vicios, que cuanto más tarde empezamos a quitar, más duro se nos hace. Si pudiese resetear mi experiencia como nadador, me centraría en depurar una técnica lo más correcta posible desde el principio. Principalmente hay tres aspectos a trabajar en cuanto a técnica se refiere. Lo primero, debemos centrarnos en una buena posición dentro del agua. Sin una buena posición, no importa que nuestra brazada sea perfecta, porque iremos siempre lastrados. Una vez controlemos nuestra postura en el agua, podemos empezar a depurar la brazada en sus diferentes fases.

Olvida la distancia

Mucha gente tiene la tendencia a obsesionarse un poco con el tema de cuánto puede nadar. Es un poco parecido a entrenar por potencia. Si tenemos que elegir entre cantidad o calidad, que sea siempre calidad. Olvida frases como «es que no hago ni 10 largos seguidos». A veces es mejor hacer 4 largos bien hechos que llegar a 10 como un trapo. Aunque no lo creas, incluso los nadadores buenos trabajan mucho con volúmenes pequeños de 100 y 200m (4 y 8 largos en piscina de 25m). Puedes empezar por ahí, a trabajar series de 100m (o incluso 50 al principio) con descansos cortos de 10 o 15 segundos. Ya habrá tiempo de pasar a hacer 500 o 1000m seguidos. No tengas prisa.

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No tengas prisa

Una de las principales razones de no poder hacer una distancia mínima, suele ser no encontrar el ritmo. La otra sería una técnica pobre, ya combinadas las dos, desastre garantizado. Para la última, ya hemos comentado que conviene trabajar bien la técnica desde el principio. Para la segunda, lo mejor es tener paciencia. Así como corriendo o en bici, puede ser más fácil coger el punto a qué ritmo podemos mantener o no…en el agua lleva más tiempo. Tómalo con calma y aprende a oír tu cuerpo en el agua, habla otro idioma distinto a cuando te habla fuera.

Una vez escuches a tu cuerpo y tengas más soltura, puedes hacer un test de velocidad crítica de nado (o CSS) para afinar ritmos en la piscina.