Memorial Agustín Ugarte. Parece ya un nombre olvidado, sin embargo…los que corrimos aquel triatlón de Bilbao ese año.. tenemos muy presente quién es, y merece mención en esta crónica. Y Gracias también a los clubes y personas que hacen posible este Memorial.
Dicho esto, tengo que decir que ha sido una carrera diferente para mí. Una gran carrera desde luego, pero sin duda como entrenador más que triatleta. Algo que también marca un antes y un después para mí como comentaré al final.
Swim
La verdad es que ni tenía la cabeza para competir. Semanas muy intensas de curro, post-verano y con molestias en el hombro operado… Me pongo en una modesta segunda fila, se que no va a ser mi mejor natación, pero lo que viví segundos antes de la salida y durante la natación fue, cuanto menos impactante.
Ya antes de dar la salida, a 7 segundos, triatletas saliendo antes de la salida, con cierto arranca para, el que tenía delante se acaba yendo a 3 segundos de la salida. El speaker, incrédulo, condensa los últimos 3 segundos de la cuenta regresiva (algo ya de por si, antirreglamentario) en 1 segundo. Suena la bocina. Salida nula de manual, que no se va a repetir.
Trato de cerrar el hueco con el escapado. Probando a ver si me salta el click con la bocina como en ViHalf. No es así, no hay buenas sensaciones en el agua, y lejos de alcanzarle, veo como se aleja lentamente. Se empiezan a formar grupos, y yo no pillo el primero, me voy quedando, y aquí empieza lo surrealista. Agarrones en los pies, cruces…intento de desviar…no tenía una natación tan sucia desde Vitoria 2015.
Van pasando los metros, como buenamente puedo (te ahorro leer los detalles y el vídeo que grabó mi hermano desde la orilla en el que se ve como me uno me va haciendo el lío continuamente). Giro de boya, se rompe el grupo y nos quedamos 6. Voy a la par con otro, que va bien. Nos miramos las caras al nadar, nos damos algún golpe sin querer y seguimos avanzando.
A 100m de la salida, uno de los que adelantamos, va más perdido que un pulpo en un garaje y vuelve la pelea, intentando pegarse una cruzada de lado a lado. Tras varios intentos de corregirle el rumbo, me pongo a braza, le dejo pasar delante, y cambio de ritmo para pasarle. Vuelve a pegar un bandazo, se me cruza delante y me mete una patada en las gafas.
Excusas a parte, está visto que no es mi día. Sabiendo que no iba con mi mejores sensaciones y ritmos ni de lejos, y sumado a la batalla… Marco 23:40 a la salida del agua, a 1:44. Mi peor natación en unos 8 años. Lamentable. Creo que salgo el 37 o 38 del agua…
Según salgo, me paro en un lateral para quitarme el neopreno. La transi es estrecha y no quiero andar agobiado cuando vengan detrás. Me lo quito rápido y me lo echo al hombro, así vamos refrigerando el calentón que llevo. Puesto en el control del chip 41.
Bike
Aquí lo esperado: Un no parar de regalar puestos. Mi carrera no está aquí y lo tengo claro. Este año sin molestias en el tibial quiero intentar corre en condiciones.
Mantengo mi estrategia, sin gastar más de la cuenta. Me siento mejor subiendo, aunque hay bastante que mejorar las diferencias con el año pasado son notables. Igualmente, el general del sector con el año pasado mejor. 208NP frente a 201 del año pasado y con casi 10ppm menos. Aún así, mucho a mejorar aquí.
No mucho que mencionar excepto una salvada tremenda en el giro del final de la ría en la segunda vuelta que me patinó de adelante, levanté rueda de atrás y casi hago la tijera en el aire. No sé como, conseguí controlar la rueda al tocar suelo y no comí asfalto. Las horas de BTT de este año ya están amortizadas.
La carrera sigue un poco en la línea. Trenecitos, etc…algunos ya conocidos, otros no. En la segunda subida oigo una moto y señalo a 4 o 5 que iban en modo tren desde unos kms atrás. Parece que no sirve de mucho. Aunque llegando a Getxo de nuevo, cuando me adelanta la primera chica, veo que uno de los del trenecito había intentado pillarle rebufo y le sancionan. Al fin algo de justicia, aunque se queje en el Penalty Box de la T2.
Run
T2 rápida casi sin quererlo, en la línea. 51 segundos sin forzarlo mucho, bajo justo detrás de la primera chica y no tengo mucha opción de adelantar con el pasillo tan estrecho. Tampoco buscamos eso hoy.
La idea de hoy es correr estable, evitar dolores que vienen de tiempo atrás y recoger datos para aprender más cosas sobre entrenamiento con Core y potencia en carrera. Lo bueno de seguir formándome es romper mis propios paradigmas, poder aprender en mis carnes, y poder aplicarlo en un campo real con mis deportistas.
Mi idea es correr mejor que el año pasado. Salgo como siempre, dejándome llevar, sin mirar el reloj, el primer km…aunque ya por reflejo, miro, y veo un 3:45. Se que no va a durar mucho. En cuanto me descuido estabilizo a 4:05-4:10…
El resto de la carrera a pie…en la línea, en las subidas veo que me voy a 4:35 y no me importa, luego bajo a 4:00 en lo favorable y a 4:15 aprox en ritmo crucero. Segunda vuelta controlando todo el rato los calambres en cuádriceps para que no se me suban, y consigo hacerlo sin meterme el No-Cramp y clavando los ritmos de la primera vuelta… «Control hasta la segunda subidita y ya hasta meta» me digo.
Y así es, luego me dejo llevar, pero sin forzar mucho, está toda mi familia, mis sobrinas y amigos, y quiero disfrutar de eso también. Incluso de los que, en la distancia, me acompañan.
Cruzo meta. Run en 42:52 1 minuto y 2 segundos más rápido en el run. Sin dolor. Objetivo conseguido.
Con un puesto final de 58 vs 56 del año pasado…y 3 minutos en total más. (Lo achaco a la transición más larga y el viento en la bici). Pero sin duda lo mejor viene aquí abajo.
Train
Aquí es donde noto que hay un nuevo Pablo ligado al deporte. Es algo que comentaré en un post dedicado sin duda, porque es una de las reflexiones más profundas de esta temporada.
Lo que creo que es digno de mención es el orgullo que pude sentir con mis deportistas el domingo. El domingo pudieron correr 6 deportistas que entreno. No se en qué lugar me deja decir que 5 de ellos quedaron delante mío como deportista, pero si lo hace como entrenador. Un puesto 10 de la general, un subcampeón sub23 de un campeonato de Euskadi con nivel no está nada mal, y por supuesto los 3 que quedaron alrededor del puesto 35 y los puestos 50 tampoco. Ni siquiera el que quedó por detrás mío. Y aquí viene la reflexión.
No se trata de los puestos. Ni de los números. El domingo todos me agradecieron su resultado, y aunque el mérito es suyo, quiero creer que hay un granito de arena ahí. Y no por los puestos, sino por lo que se que hay detrás de esos puestos…
Hablo de cosas como…superar ese miedo al «siempre siento que me quedaba bastante por apretar», o al agobio de empezar la universidad de nuevo, o a un encaje de bolillos tremendo con los turnos, a competir un finde cuando has currado de noche, a venir de competir hace poco, a haber cambiado de entrenador hace menos de 2 meses…
Todo ese tipo de intra historias que soy capaz de conocer porque esas personas han confiado en mí para entrenarles. Ser capaz de ver eso, apreciarlo y anteponerlo a mi propio resultado como deportista…creo que es lo que más me ha llenado esta temporada.
Gracias.