Volvemos a la Bizkaia Kopa Trail 6 años después. En esta ocasión en la BKT de Trapaga. Es una pena haber perdido aquella crónica de cuando la corrí por primera vez, porque mucho de lo que viene en este post cobra sentido entendiendo aquel contexto. Aunque sigue estando cuando hice la crónica edición de 20km en 2015.
El resumen, es que cuando estaba haciendo buenas carreras en 2018 (creo recordar) quedando en puestos de top10 en varias etapas (Arrieta, Lemoiz…) llegó la BKT de Trapaga, justo después de verano y me remató vivo. Intenté con calor, después de un parón aguantar el grupo de cabeza como lo solía hacer…y se me reinició el windows en el km5.
Este año venía con la idea de probarme, sin forzar, pero si desquitarme al menos de aquella carrera. Así fue que salí al principio escuchando al cuerpo, lejos del grupo de carrera (habría sido inmolarme). Tenía a Jonatan como referencia para saber si me estaba inmolando o no y en la salida apreté lo justo para coger un puesto bueno para no quedarme en algún tapón en el estrechamiento, pero sin tener que ir forzado.
La estrategia inicial funcionó a la perfección, una vez ya arriba en las campas fui ojeando el panorama y viendo opciones. Aproveché a saludar a Juan Espino, con quien compartí algunos metros y pudimos hablar un poco. No era el momento de gastar balas aún, de hecho parte de la primera subida, la hice “andando” (más rápido que algunos trotando). Sin querer, cogí a Jonatan que se había escapado en la subida, mi idea era haberle alcanzado en el centro de interpretación de peñas negras, porque bajando me podía sacar diferencias.
Cuando llegamos allí, la cosa se iba estirando, empezaba la parte rápida de la carrera y quería seguir controlando yo la situación…pusimos un ritmo de trote alegre, sin forzar la máquina para poder llegar entero a la subida del cementerio justo antes del primer avituallamiento.

En este punto empecé a soltar freno, y donde pensaba que andaría, acabé subiendo al trote toda la cuesta, remontando ya algunas posiciones. Me resultó mucho menos dura que la última vez, y pude recuperar bien con agua al subir. Y aquí comenzaba la fiesta del barro (que conocía que habría).
Terreno muy empantanado en Argalario, con un pequeño tapón al principio que pude librar en un ensanchamiento para poder soltar un grupito que se estaba creando. En esta zona fui remontando bastante puesto (que luego supe que eran de la de 20k). Algo clave que me ayudó a retroalimentarme y poder seguir apretando en esa segunda subida antes de enfilar el final.
Cuando coronamos, nos juntamos un pequeño grupo que se estiró bastante en la bajada. Segundo día probando las Vibram Zegatrak y la verdad que cogí confianza rápido. Una de las mejores suelas de trail que puedes poner.
Ya cuando nos acercábamos al barrio nuevo, cogimos un cacho de asfalto donde ya si que libreré el poco freno que quedaba, remonté unos cuantos puestos (de la 20k?) y en la última tachuela intenté soltar a un grupo pero me bloquearon el paso…

Aproveché en la bajada para soltar al grupo y enfilar el tema, ya sabía que sólo quedaba cruzar el parque de las minas y la ultima rampa, que puede sepultar a quien no la conozca. Algo que acabó ocurriendo con un chico que pasé justo antes de llegar a ella.

Finalmente entré en meta con un tiempo de 52:52 y un puesto 25 que me supo suficientemente bien para llevar años sin competir en trail, con un Pablo animando como un animal mostrando la rabia de no haber podido competir…en breve tendrás tu turno compañero!
